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CUERPXS

Contenedor de voluntades. Estructura sostén del movimiento. El reflejo dice qué soy: unx cuerpx. Únicx, compañerx, inseparable. Unidad indisociable del yo.

 

Nacíamos destinados, pre-dispuestos a cumplir un patrón extensísimo, ilegible e inalcanzable. El bombardeo de imágenes que condiciona nuestra existencia nos hace creer que aquello que muestran es objetivo. El sistema configura identidades a partir de ideales que son sólo una ficción.

 

Hoy el universo se transforma. Lx cuerpx ya no es una barrera. La supremacía de lo binario, de los alternos, fue desplazada por la libertad: cada quien elige ser, no ser, o qué ser. Cada aspecto replica lo auténtico del interior. Lo queer, trans, la desestereotipación de la belleza nos empodera. Y vamos hacia la desestereotipación de la conducta.

 

Las proyecciones de esta semana interpelan la otredad de este conflicto, perenne e inabarcable, que es nuestra relación con lx cuerpx. Nos construimos a imagen y semejanza de un supuesto, aspiramos ser algo que no es. Por eso, decidimos hablarlo, ponerlo en evidencia, mostrar el registro del sufrimiento infinito de esta inequidad idealizada.

 

Movimientos reflejan expresiones, cicatrices sucintas, cargas de por vida: lxs cuerpxs gritan por liberarse de todo estigma.

Reggae para Mirtha

Intoxicados

2005

Inmaculadas, impretéritas, los mandatos de mujer exigen juventud eterna. La belleza en la madurez es exclusiva del hombre: las arrugas son sexis en masculino pero espanto en femenino. Y la mujer, en búsqueda de alcanzar esos parámetros, es juzgada por momia.

No se dan cuenta que parecen momias, pero aparentan ser de 23.

Cremas rejuvenecedoras, anti-age, mascarillas térmicas, cosméticos revocadores de surcos generados por el paso del tiempo. Si no surte efecto, sometimiento quirúrgico para acabar con ellas.

Cirujano, estirela un poco más

Una vez nos dijeron con ironía que San Martín, Belgrano y el Pity son los únicos tres próceres argentinos. Pero quién hubiera pensado que un icono inventado reflexionaría sobre algo tan acertado.

Yo ya sé que hay gente que le importa más su imagen que su forma de ser

Reggae

Camila, desde el alma

Norma Fernández

2011

 

Instrucciones para mi muerte - Camila Sosa Villada

 

en mi epitafio debería leerse:

aquí yace carne de arrabal que fue pudriéndose en vida,

todo su cuerpo estaba lleno

de pequeñas pero insoslayables cicatrices,

su pelo era oscuro y estaba un poco seco.

vivió como una dragqueen las veinticuatro horas del día,

fue travesti hasta la muerte.

nj

Fruits

Stephanie Sarley

2016

 

Frutas, son sólo frutas. Fruta metáfora de lo prohibido. Fruta censurada.

El placer es símbolo de pecado, sobre todo si es de una mujer. La masturbación femenina no existe, no te escucho soy de palo… Sarley fue callada, bloqueada, eliminada por un supuesto inapropiado de su arte.

Nos hicieron creer que las cuerpas somos un mero objeto de satisfacción masculina; un artificio diseñado para explotar y exprimir su jugo. Al ritmo de las banderas que señalan “ESTÁ AQUÍ”, Fruits explora otra formas de hablar de lo tabú: el placer femenino.

Fruits

Impráctica II

Emilio Bianchic

2016

 

Imposiciones artefactas de la moda. Carencia de sentidos de los patrones que rigen la belleza. El fetichismo por uñas inmensas, artificias, imprácticas.

Cualquier parentesco con la realidad es pura coincidencia. La irrealidad de los parámetros de aspiraciones “estéticas”, configuran el anhelo de lxs cuerpxs sumisos. Nos dicen que tenemos que ser como las Kardashian.

 

¿Por qué querer ser una Kardashian?

Impráctica
cuerpxs

CUERPXS - cuerpxs

Primitivamente había tres especies de hombrxs, unos “todo hombres”, otras “toda mujeres”, y lxs tercerxs hombrx y mujxr, los Andróginxs. Estxs hombres eran dobles: dos hombres unidos, dos mujeres unidas, un hombre y una mujer unidos. Estaban unidxs por el ombligo, y tenían cuatro brazos, cuatro piernas, dos semblantes en una misma cabeza, opuestos lx unx al otrx y vueltos del lado de la espalda, los órganos de la generación dobles y colocados del lado del semblante, por bajo de la espalda. Lxs dos seres unidxs de esta manera, sintiendo amor el unx por el otrx, engendraban sus semejantes, no uniéndose, sino dejando caer la semilla a tierra como las cigarras.

Versión libre El banquete de Platón 

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